Erase una vez,
un minuto en la vejez
un recuerdo que se fue,
un instante que volvió a nacer,
dos caricias que se fueron;
poco a poco en un mechero,
dos espejos que contaron
las voces de un lecho,
dos manos que bailaron
por los gritos del pasado...¿y,
mientras tanto?
-Trato, -¿y si no lo encuentro?
-Entro, -¿y si no me escuchas?
-Luchas, -¿y si no puedo?
-Muero.
Erase una vez,
en las voces de ayer
canciones de sonetos,
que pasaron por los pies
de aquellos tontos
que esperaron
ser emancipados
mientras llega la vejez.
M. Catherine
No hay comentarios:
Publicar un comentario