Los árboles que remarcan la tarde,
las nubes que marcan los rayos del sol,
el brillante parpadeo de las olas chocar con la luz,
el césped que se une a mí,
tu cuerpo, a mi lado,
que de ambos surge ese besar,
ese manantial de amor,
la pasión que sueltan tus labios,
te limito,
no te importa, el daño que está hecho,
ése es el que no te importa,
el que te hace desear un cuerpo con tanto ímpetu,
con tanto éxtasis,
que amor es el que no demuestro,
pero el amor,
no siempre son hechos,
es aquello que sentimos y damos por locura,
no me rogarás que te envie amor,
todo acaba,
como la noche, como el día, como el año,
con el pasar de segundos, todo,
siempre existe un final.
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