miércoles, 19 de diciembre de 2012
Aquello, un recuerdo.
Hoy, un recuerdo, que me llena, que me arrebata el sueño, que me roba esperanzas, que se lleva todo con él, aquella manera de escribirte me toma fuerte las manos y acaba con mi paciencia, me harté de tantas cosas que he pasado, que pasé por ti, me harté de ser aquella persona que te buscó cuando más te necesitó, y tú, tú solamente me diste la espalda como cualquiera de ellos, de los otros, siento haber pensado que eras distinto, que eras la persona con la que por años soñé, fuiste un idiota más en mi vida, pero el más importante, no por enamorarme, sino por destrozarme, pensaba que cuando aquél secreto ya todos sabían, tú que me defendiste, esperaba eso toda mi vida, pero al cabo de los días, semanas y meses te convertiste en mis pesadillas, aquellas que se hicieron realidad, tú has sido el único que ha visto mis lágrimas, pero de ellas te desenamoraste, si es que alguna vez me amaste, pero esos recuerdos que me hacen inútil son los que he decidido borrar, olvidarlos, aunque digan que el primer amor no se olvida, me harté de amarte, de recordarte, y hasta de escribirte, pues esas tres veces que me enamoré de ti, sólo fueron tres veces que me rompiste el corazón, y yo seguía allí, anhelándote. Es lo que le llaman un recuerdo borrado.
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